Un nuevo compañero en la oficina

Hace algún tiempo escribí una serie de notas sobre «cómo tratar a las personas» .

Hoy estoy gestionando con un equipo de trabajo la incorporación de una persona con discapacidad y conviene recordar algunas cosas sencillas.

Las PERSONAS con discapacidad son PERSONAS. Esta afirmación es tan evidente como que – no siempre – las tratamos como tales cuando compartimos un espacio con ellas.

Suele haber una primera reacción de “ayuda”, vemos una persona con aparentes – o no tanto – limitaciones y nuestra primera intención es ofrecer una ayuda no solicitada porque relacionamos subconscientemente la discapacidad con la dependencia.

No es correcto. Una persona con discapacidad NO ES UNA PERSONA DEPENDIENTE y debe disfrutar de la mayor dosis de independencia que le permitan sus condiciones.

Fórmula Mágica

Hay una fórmula mágica para tratar a las PERSONAS y es la de “comportarse con NATURALIDAD y PREGUNTAR qué es lo que necesita es la mejor manera de saber si quiere-necesita o no de nuestra ayuda.

La PERSONA la pedirá naturalmente, está acostumbrada y TODOS hacemos lo mismo, cuando necesitamos ayuda, la pedimos.

ERRORES

Como regla general hay algunos errores que podemos evitar.

  • PATERNALISMO o SOBREPROTECCIÓN.
  • PENA, LÁSTIMA, compadecerse de alguien no suele ser bien recibido por ninguno de nosotros y tratarles como HÉROES tampoco suele ser bien recibido.  A TODOS nos gusta que se nos valore por lo que SOMOS y por COMO alcanzamos los objetivos por nuestros méritos y no por tener más o menos capacidades.
  • MIEDO, RECHAZO, OCULTAR LA MIRADA. Cualquiera recibiría esta actitud como un desprecio. El evitar cruzar la mirada con una persona es una muestra de miedo que es recibida como un deseo de no compartir, ni el espacio.
  • IMPACIENCIA. La comunicación con algunas personas es menos fluida de lo que estamos acostumbrados. La impaciencia, el nerviosismo no ayudan. Es posible que tengamos que intentar otra forma de expresarnos o entender lo que nos quieren decir.

Hay algunas personas (con discapacidad, o no) que puede que necesiten una atención especial en algunos momentos. Suele depender de la situación, no de la capacidad de la PERSONA.

Si estamos atendiendo a PERSONAS, y percibimos que alguien necesita alguna ayuda en concreto, lo más sencillo es preguntar primero y en ningún caso ofendernos si nuestra ayuda es rechazada. En cualquier relación (comercio, atención al cliente, equipos de trabajo, relaciones personales, etc) debemos hacernos visibles, ofrecer la confianza y hacer ver a la PERSONA que puede contar con nuestra ayuda cuando la necesite pero no debemos estar constantemente encima de ella.

A continuación se da un repaso a algunas reglas básicas a tener en cuenta en situaciones relacionadas con personas en situación de MOVILIDAD REDUCIDA.

PERSONAS que caminan despacio y/o que utilizan ayudas técnicas para caminar (andador, bastones o muletas)

Es muy útil que un establecimiento que reciba público disponga de sillas de ruedas estándar para prestar durante la estancia de este tipo de PERSONAS en el establecimiento. La persona disfrutará de una estancia más confortable y sus desplazamientos por el local serán cómodos y seguros.

Esta acción, además, nos procurará una sencilla manera de acompañarlas en caso de necesidad de evacuación del local.

  • Si los desplazamientos en el interior del local son de recorridos largos (>20 ml) es conveniente situar zonas de descanso con bancos o asientos.
  • Cuando acompañamos a una PERSONA que camina despacio debemos acompasar nuestro paso al suyo en los desplazamientos y no caminar delante de ellos a mayor velocidad.
  • Nunca “acelerar” a la PERSONA y evitar empujones o presión en su cuerpo para intentar que acelere el paso.
  • Quién mejor conoce las necesidades de una PERSONA es la propia PERSONA. Siempre es conveniente preguntar si desea ayuda en el acarreo de objetos o paquetes, evitar quitárselos de las manos. Siempre preguntar.
  • No se debe en ningún caso separar a la PERSONA de su ayuda técnica, muletas, bastones o andador. En caso de que la PERSONA quede sentada, dejarlos siempre a su alcance.

PERSONAS que utilizan silla de ruedas

Silla Ruedas

  • Situarse siempre frente a la PERSONA con la que queremos hablar y a su altura.
  • Dirigir siempre la conversación a la PERSONA con la que hablamos, no a su acompañante.
  • Cuando estamos en un grupo evitar dirigirse a PERSONAS que queden fuera del campo visual de las que están sentadas.
  • La silla forma parte del espacio personal de quién la utiliza. Debemos evitar tocar la silla o apoyarnos en ella.
  • En caso de desplazamiento preguntar siempre si desea que le ayudemos o empujemos su silla y sobre como desea que lo hagamos.
  • Si estamos manejando la silla, debemos avisar de cualquier maniobra que se vaya a realizar y hacerlo siempre con suavidad y no demasiado deprisa.
  • Subir y bajar pequeños escalones necesita una cierta práctica y entrenamiento. No lo haga si no se considera preparado. Como regla general, conviene subir de espaldas y bajar de frente colocando la silla apoyada solo sobre las ruedas de atrás.
  • Al parar, situar la silla en un lugar estable y bloquear los frenos.
  • Si es necesario realizar la transferencia de la silla a un asiento, es necesario desmontar o abatir reposapiés y reposabrazos. Infórmese como hacerlo antes de manipular la silla.