Se suele definir el ruido como «Sonido inarticulado, sin ritmo ni armonía y confuso«. La Real Academia añade «por lo general desagradable«.
El ruido no nos afecta a todos por igual y es uno de los mayores problemas que se deben superar para «entender» una conversación (seamos o no discapacitados) y nos acerca a la sensación que tienen personas que van perdiendo agudeza auditiva.
La medición del ruido se realiza en una compleja escala logaritmica que – si no estas acostumbrado a utilizar- es muy complicado «medir» a «ojo de buen cubero».
En este cuadro podemos ver diferentes niveles de ruido y compararlos con situaciones de la vida diaria y con las sensaciones corporales que nos producen a la mayoría de las personas.
La escala no es decimal, como he indicado la escala es logaritmica de manera que -como se puede apreciar- una variación de solo 10dB es muy importante . Digamos que, por ejemplo, una persona con una pérdida de 40dB dejará de entender el 95% de las conversaciones normales incluyendo mensajes de advertencia o peligro que se ofrecen en centros comerciales, estaciones o aeropuertos.
Aproximadamente un tercio de las personas mayores de 65 años tiene pérdida de audición superior a 40dB.
Las causas principales son:
- causas congenitas (aunque el 90% de los casos se dan en familias cuyos padres oyen bien)
- enfermedades o infecciones
- exposición excesiva al ruido
- degeneración de células sensoriales (envejecimiento)
Como se puede apreciar en la lista … todos estamos expuestos.
Tradicionalmente, la falta de audición como otras «discapacidades» se ha visto como una enfermedad o la pérdida de unas facultades debido a un envejecimiento que era considerado «no deseable» y se debía ocultar.
Afortunadamente las cosas están cambiando y según un reciente estudio entre los menores de 18 años afectados EL CIEN POR CIENTO utiliza protesis y el 97’5% ha recibido ATENCION LOGOPEDICA, mientras que entre los mayores de 20 años se reduce al 68% para la utilización de prótesis y solo un 66% para el adiestramiento logopedico.
La pérdida de audición produce aislamiento y falta de rendimiento en el entorno escolar y laboral pero cuando se ofrece a las personas con pérdida de audición la oportunidad de comunicarse, estas pueden interactuar con los demás en IGUALDAD DE CONDICIONES.
La comunicación puede tener lugar por medio del lenguaje oral o escrito, o el lenguaje de signos