El código Técnico de la Edificación establece unos niveles mínimos de iluminación (para no estamparse) “20 lux en zonas exteriores y de 100 lux en zonas interiores, excepto aparcamientos interiores en donde será de 50 lux, medida a nivel del suelo a aplicar en los diferentes espacios edificatorios”. (DB.SUA-4.1)
Aparte de su misión meramente funcional (ver lo suficiente para deambular y poder trabajar) la iluminación ofrece muchas posibilidades y es utilizada por arquitectos interioristas para convertir un espacio en un espacio habitable.
La medición de la iluminación se realiza en LUXES, una unidad de medida con la que no solemos estar muy acostumbrados a manejar.
Con el fin de tener una idea “a ojo de buen cubero” de los niveles de iluminación recomendados, se adjunta un cuadro con la relación entre niveles de iluminación y su utilización más habitual.
La iluminación ofrece un sinfín de utilidades y aplicaciones que facilitan la implantación de los criterios DALCO (UNE-170001-1:2007) , muy especialmente en lo referente a Deambulación y Localización.
Así podemos utilizar una secuencia de lámparas para:
- facilitar la orientación y el camino que seguirá una persona dentro de un espacio más o menos abierto,
- remarcar la situación de puntos de interés como puertas, cambios de nivel,
- diferentes estancias,
- iluminar los fondos de pasillo, etc.
De este modo podemos facilitar la planificación del itinerario a seguir y facilitar la deambulación y localización de las personas, de TODAS las personas, por los diferentes espacios del edificio.
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