En las proximidades del acceso principal del edificio situaremos plazas “reservadas” para personas con alguna discapacidad, familias, carga y descarga, subida-bajada de viajeros y vehículos especiales.
Si se trata de aparcamientos “en batería”, es mucho mejor diseñar un espacio EXTRA para la apertura completa de las puertas del vehículo, lo que facilitará el acceso de todo tipo de personas.
Este espacio EXTRA, no debería nunca ser menos de 30 cm y si lo que realmente deseamos es plazas de aparcamiento accesibles emplearemos 150 cm entre línea y línea para plazas de 220 cm de ancho.
Si empleamos un espacio de “doble ancho” cada dos plazas, (como en la foto), optimizamos el espacio al repercutir este incremento de espacio únicamente en el 50% de las plazas a diseñar.
La franja de circulación peatonal debe quedar en contacto con la acera en su zona mas accesible, ya sea rebajando el bordillo de la acera, ya sea aprovechando la franja para “subir” a la acera.
Como vemos en el dibujo, situando la franja entre dos plazas, podemos utilizar el mismo “sobre-ancho” para dos plazas de aparcamiento.
Las plazas “en linea”, las situaremos preferiblemente cerca de pasos de peatones, rebajes en la acera, etc.
Ni que decir tiene que la medida mínima será de 5×2’2 metros , aunque ya hace mucho que los coches modernos precisan una medida mayor para estacionar, no debemos ser “estrechos” con la definición del ancho de la plaza.
Si la plaza de aparcamiento está situada junto a la acera, será posible hacer la transferencia directamente del vehículo a la acera (al menos por un lado) Esto es mejor que «nada» y funciona para pasajeros y conductores si la calle es de doble sentido.