El lenguaje y la discapacidad

Una persona no es “especial” por ser discapacitado, es especial por ser persona.

Hoy me voy a meter en un jardín en el que no suelo transitar. Hablaré de Lenguaje y discapacidad.

Muchas veces, cuando estamos junto a una persona con alguna discapacidad no sabemos cómo comportarnos y es el lenguaje la primera barrera que tenemos que salvar.

Lo primero que hay que saber es que … SI SABEMOS COMO COMPORTARNOS. simplemente nos tenemos que comportar con NATURALIDAD. Una persona con capacidades diferentes a las nuestras es una persona como nosotros. Debemos evitar utilizar un lenguaje infantilizado y términos o actitudes de sobreprotección.

Habitualmente nos recomiendan el uso del término “PARTICIPACIÓN” en vez de “normalización, integración, inclusión, etc que se utilizan indiscriminadamente. Está claro, el que PARTICIPA es un IGUAL, mientras que normalizar, integrar o incluir supone incluir en el TODO algo o alguien que no era normal, o no estaba integrado o incluido.

el lenguaje y la discapacidadEl término. “Participación” engloba significados que concuerdan con la concepción más moderna de la discapacidad dado que tiene acepciones (ver RAE) como como “formar parte de algo”, “recibir una parte de algo”, “compartir”.

Las personas con discapacidad no son heroicas, requieren y reclaman un tratamiento normalizado sin recrear “la pena” o atribuir valores sobrehumanos. Ellos tienen sus héroes que -a veces- también son los nuestros.

Cuando lo que se pretende es descalificar a alguna persona o actitud debemos evitar utilizar términos como “autista”, “esquizofrénica-o”, “paranoica-o”, “depresiva-o”, “anoréxica-o”, “tartaja”, etc . En realidad deberíamos evitar descalificar al prójimo pero – si lo hacemos- apelemos a características sobre su estado haciendo hincapié en que es temporal y pasajero.

TODAS las personas son normales, es normal que “el hombre” (me refiero al ser animado racional, mujer u hombre) sea una persona. y, por otro lado, TODAS las personas son únicas y por lo tanto especiales.

Una persona no es “especial” por ser discapacitado,

es especial por ser persona.

Si tuviéramos que dividir LAS PERSONAS en dos grupos en función de su capacidad física, sensorial o psíquica, estaría el grupo de las personas CON discapacidad y el de las personas SIN discapacidad.

Cuando queremos describir una determinada situación en una persona es preferible utilizar palabras como “presenta”, “manifiesta” o “tiene”. En sustitución de “sufre de”, «afligido por”, “afectado por” o «víctima de”. No todas las personas que tienen alguna discapacidad sufren, están afligidas o son víctimas de nada ni de nadie.

Finalmente, hay que aprovechar a meter una cuña arquitectónica, refiriéndonos a la arquitectura se debe utilizar “accesible” (que se puede acceder) en vez de “asequible” (que se puede alcanzar).